El acuerdo con el maestro por fin se concretó. Polito fue a la casa de Sara Blonde a hacer la tarea. Ella lo estaba esperando sobre la cama en lencería y tacones altos, dispuesta a quitarle su virginidad. Ella supuso que el pene de Polito sería diminuto, pero quedó encantada al ver semejante vergota parada y lista para penetrarla.